Recuerdos

Martes 4 de Diciembre.
Me invitan a jugar una pachanguita en el Zurbaran. No se con quien me voy a encontrar. Una vez dentro del Instituto, comienzan a llegar años de historia de mi banquillo. Suficiente para mi.

Nos ponemos a jugar, yo lo intento, y es como dar un repaso a mi carrera como entrenado. Jugadores que yo entrené en el 1984,85...91,92...95.

Un placer. Eran buenos y son buenos, ven el baloncesto de una manera fácil, no se complican la vida. Pasan y cortan, mantienen los espacios y alejop, se hizo el baloncesto. Son buena gente.

Me han regalado la satisfacción del reencuentro, el placer de disfrutar con ellos lo que han aprendido no solo de mi, sino lo que han ido aprendiendo a lo largo de sus años con otros entrenadores y unidos a su trabajo y esfuerzo, a su persona....
Repito, un placer. Un placer porque siguen jugando al baloncesto después de muchos años y ese es el fin último de cualquier entrenador, enseñar e inculcar a los niños este deporte para que lo puedan disfrutar toda una vida.

Gracias.

Espero, dentro de unos años, cuando l@s que ahora entreno se dediquen a otra cosa, sigan reuniéndose para jugar, sigan teniendo la necesidad de jugar. Para ello ahora, tenemos que entrenar duro, aprender, mejorar para disfrutar ahora y siempre.